Sobre las Fallas y los nuevos artistas: Miguel H y Marina Puche

Ya con las fallas del 2013 cerradas, y después de ver parte de los monumentos, me vienen ciertas cosas a la cabeza, las cuales quiero darles formas en esta entrada.

Me considero fan de las fallas, pero mejor os lo aclaro: no soy fallero. Nunca he sido fallero, ni creo que nunca lo sea. Nunca he entrado en un casal, ni he bailado en ninguna verbena fallera.

Me gustan las fallas, no los falleros. De las fiestas de San José me gusta los petardos, el olor a pólvora, los buñuelos, la dolçaina y el tabalet sonando de fondo, y sobre todo, me gusta ver los monumentos. Me encanta darles la vuelta, leer los carteles, intentar descubrir los detalles, la crítica, y averiguar si hay alguien del barrio retratado.

Todos los años salgo uno o dos días a ver las de sección especial, alguna de primera, y las que se me cruce de barrio.

Todo esto puede ser que sea por que vengo de una familia media-trabajadora valenciana. Mis padres tenían un bar cuando yo era pequeño, y normalmente tenían poco tiempo libre, ya que siempre estaban trabajando. Pero pasara lo que pasara, en fallas siempre había una noche, ya fuera en la plantà o a la noche siguiente, que íbamos a ver las fallas. Con el paso del tiempo esta tradición la continuo haciendo, esta vez con Sonia, y espero en un futuro hacerlo con mis hijos, si es que alguna vez llego a tener descendencia.

Pero algo que me di cuenta enseguida cuando entre en el mundo de arte, y sobretodo, el del diseño, es que el diseñador medio odia las fallas. Odia todo lo relacionado con ello. Desde mi profesor de secundaria, pasando por mis amigos cercanos hasta los profesionales del sector. Lo normal es echar pestes sobre la fiesta, y si se puede, huir de València esos días.

Esto se debe a que, en sí las fiestas, son un quebradero de cabeza para los propios valencianos. En los últimos años las fallas han pecado del concepto “lo más grande del mundo!” tan típico valenciano. Y así, una fiesta cercana se convirtió en una fiesta turística y, a mi parecer, muy sectaria, ya que se le ha permitido a las diferentes comisiones falleras hacer cosas que normalmente no se le permite a nadie. Desde cortar las calles, molestar con música hasta altas horas de la noche, cocinar en la calle eliminando los parkings y un sin fin de molestias que, aunque a los turistas no lo sufren, el valenciano medio que vive y trabaja en esos días no pueden convivir con ellas, siendo estas un gran inconveniente.

Supongo que por eso, todo esto hace que un sector muy amplio de población las odie. Pero esto es lo que yo llamo la “new wave” fallera, y esta no me representa el concepto de fallas tradicional. Ni mucho menos el concepto primigenio que hay detrás de la fiesta. Espero que esto desaparezca cuando los que están en el poder caigan por su propio peso y se lleven con ellos todo esta falsa colorista y de nuevo seamos un pueblo honesto, cercano, y claro, festero, pero siempre con respeto.

Creo que ya me he ido un poco por las ramas, pero debía acercar al “no valenciano” al contexto. Las fiestas de las fallas hoy en día, no son en si el monumento, aunque yo desde aquí lo reivindico. Las fallas mueven todo un mercado de artistas falleros, los cuales viven gracias a la fiesta. Y han pasado muchas generaciones de ellos durante toda la historia de tradición fallera.

Desde las fallas de barrio de mediados de siglo XX, que me daban terror atroz al verlas en las fotos, hasta las más críticas después del Franquismo. Tetas y punkies por doquier. Los años 80 en estado puro. Pero por alguna razón, nos quedamos ahí. Nos quedamos, pero para mal.

Con los años la crítica ha bajado, siendo menos dura, para ser más fallera. Solo hay que ver hace unos años cuando censuraron un ninot en la Exposiciò del ninot por que una monjas llevaban unos vibradores  Decepcionante la censura inquisitiva de la Junta Central Fallera o el organismo que lo censuró en ese momento.

A mediados de los noventa empezó un nuevo estilo, influenciado por Disney. Justo hace poco hablé de este tema con Iker, que como me comentó, parece que el arte de las fallas va 30 atrás con el arte del momento. Pero a mi parecer no es totalmente así. Lo que pasa es que el cambio de los artistas falleros se hace de un modo muy paulatino. Y los falleros quieren normalmente lo mismo de un año a otro. Solo ciertas fallas se atreven en innovar e intentar hacer cosas un poco más al límite. Y en contadas ocasiones, cuando un nuevo estilo sobresale, las demás fallas intentan repetir la formula, saliendo un nuevo estilo fallero.

Así pues, gracias al “Estilo Disney” se pudo migrar a un estilo más “cartoon”, y esto fue por que, de artistas falleros que venían del mundo más escultórico, empezaban a salir artistas falleros que venían de la ilustración. Un claro ejemplo son los premiados Hermanos Santaeulalia, que son unos dibujantes de estilo cartoon espectaculares.

Esto llevó a que los dibujantes de la Terreta, a mi parecer, comenzaran a ver con otros ojos los monumentos, y de pronto, gente como Ramón Pla y Sergio Amar, ilustradores reconocidos, empiezan a realizar fallas. Alejándose del “Estilo Disney” para entrar en un sector más ilustrativo, marcado por el estilo del propio autor. Un claro ejemplo es la falla de Paco Roca de este último año.

Para mi disfrute, eso a llevado a que gente que ahora entra en el gremio fallero, esté influenciado por el mundo de la ilustración, comic e incluso el graffiti. Estos nuevos artistas son los que quiero enseñaros en esta entrada. Hay muchos que intentan hacerse un sitio, ya sea añadiendo su estilo personal, o modificándolo para diferenciarse, como puede ser David Moreno, Martínez Aparici, Alberto Silla, Jose Luis Platero y un largo etcétera.

Pero yo me voy a centrar en dos artistas falleros, que por ahora, solo trabajan en fallas infantiles: Miguel Hache y Marina Puche.

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MIGUEL HACHE

Joven artista nacido en 1984. Estudió en la facultad de Bellas Artes Sant Carles de València. Comenzó en el mundo fallero en 1999 con Roberto Cañada y formaron equipo casi diez años. Las dos últimas fiestas falleras ha trabajado codo con codo con Javier y Jesús García Pérez con su proyecto personal de Bastian Baltasar Bux, aunque parece ser que este ciclo se cierra, abriendo nuevos caminos en el futuro del artista.

Yo lo conocí cuando comenzó a realizar ninots con Julieta de XFL. La verdad es que no se si continúan trabajando juntos, pero si no es así, los últimos ninots están influenciados por el estilo kawaii de Julieta, por lo menos hasta cierto grado.

Miguel ilustra unos personajes de cuento con cierto aire de arte urbano. Formas alargadas con chicos y chicas suaves con unas naricillas que me encantan. Una gama cromática más cercana a un cuento infantil que a una típica falla. Personajes entrañables, pero que más de una vez puedes ver otra lectura en ellos, una lectura más adulta, e incluso algo oscura.

MARINA PUCHE

Hija de Pepe Puche, un reconocido artista fallero. Nacida en 1982 y que ha crecido con la profesión. Influenciada por el mundo de la ilustración infantil. Crea mundos blancos con toques de color. Alejados de toda influencia fallera. Ni las formas ni los colores son cercanos a la comunicación típica de las fallas, haciendo que cada ninot esté tratado con una finura y delicadeza extrema.

Mientras que Miguel H, aunque infantil, tiene un marcado estilo chico, Marina sería su contrario. Un estilo totalmente chica. Las ilustraciones de los propios ninots son suaves y adorables, dignas de estar en cualquier camiseta, cojín o producto de merchandising.

Me sorprende como, siendo hija de artista fallero, haya optado por seguir su propio camino.

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Por eso os aconsejo que el año que viene, os acerquéis a ver alguna falla, aunque no os gusten, por que hay ciertos artistas que no son continuistas, y que os pueden sorprender más de lo que imagináis.

Espero poder ver más obras de estos artistazos, y cada vez, más profesionales de las artes y el diseño entren dentro del mundo fallero, como por ejemplo hicieron Ibán Ramón + Dídac Ballester con su falla experimental o los chicos de Menta con su graciosa Xufina.

Y por pedir, ojalá algún día pudiera participar en alguna falla infantil con Squid&Pig. Sería genial poder estar en la ideación y en la fase de bocetaje y así poder ser parte de la fiesta valenciana. Aunque eso el tiempo lo dirá.

¿Qué te ha parecido estos nuevos artistas? ¿Los conocías? ¿Qué te gustaría ver en las fallas?